Historias de vida que inspiran

Ella cambió su vida para dar todo a los más necesitados. Priorizó a las demás personas antes que a ella misma. Y por su gran forma de ser es que el 5 de setiembre  fue canonizada por el Papa Francisco. 

Agnes (nombre de nacimiento) nació en Macedonia en 1910 y vivió hasta 1997. Su muerte no significó su olvido. Tiempo antes se hizo conocida a nivel mundial y eso ayudó a recordarla por siempre. En 2003 fue beatificada y en 2015 el Papa Francisco le atribuyó un segundo milagro que le abrió las puertas para la canonización.  

Agnes Gonxha Bojaxhiu cambió su nombre en 1928 cuando decidió ser monja y unirse a las Hermanas de Loreto en Dublín. Fueron esas Hermanas las que la encaminaron a lo que fue: En Calcuta -por eso su nombre- fue asignada a enseñar en una escuela dirigida a familias pobres de esa ciudad. Allí fue cuando más empatizó con los necesitados y en donde decidió que su vida la quería dedicar a mejorar la calidad de vida de las personas con necesidades, en ese momento, a través de la educación.

De todas maneras, fue en 1937 cuando decidió definitivamente dedicar el resto de sus días a combatir la pobreza. 

9 años después, viajando en tren, yendo a un retiro, el 10 de setiembre de 1946, tuvo un “llamado”, Cristo le habló y le recomendó abandonar la enseñanza para trabajar en los barrios más pobres de Calcuta y así ayudar a las personas más necesitadas y enfermas

Fundó las Misioneras de la Caridad, y en 1950 recibió un reconocimiento canónico. Así, la congregación se hizo más conocida y comenzaron a llegarle más y más donaciones. En tan solo 10 años logró crear una colonia de leprosos, un orfanato, un hogar para ancianos, una clínica familiar y emergencias de salud móvil. Al poco tiempo se extendió su congregación a América, en especial, en Estados Unidos.

Sus reconocimientos

El primero de todos, a nivel internacional, fue el Decreto de Alabanza otorgado en 1965 por el Papa Pablo VI. También se le concedió “Joya de la India” que es el más alto honor otorgado a la población de la India. A esos se le suma la Medalla de Oro en la Unión Soviética. Pero, el mejor premio en vida fue, sin duda, el Premio Nobel de la Paz en 1979 por el reconocimiento de su trabajo al ayudar a las personas que más sufren.

Luego de que falleció siguió el reconocimiento, en 2003 fue beatificada y el 17 de diciembre de 2015, el Papa Francisco reconoció un milagro a la Madre Teresa de Calcuta dando paso a la canonización en septiembre de 2016.

El proceso. La madre Teresa de Calcuta se convirtió así en Santa 19 años después de su muerte, el 5 de septiembre de 2016 (día del aniversario de su muerte), y tras un rápido proceso de canonización ya que fue proclamada beata el 19 de octubre de 2003 en otra ceremonia multitudinaria en el Vaticano. Para el proceso para se necesitaron dos milagros aprobados, uno para la beatificación y otro para la canonización. Estos han sido la "curación inexplicable" de una mujer india de religión animista, Mónica Bersa, de 34 años, que padecía un tumor en el abdomen del que sanó en 1998, y del brasileño Marcilio Andrino, que se curó de una grave infección cerebral en 2008.

De Madre a Santa. Francisco reconoció que será difícil llamarla "santa Teresa" porque "su santidad fue tan cercana a nosotros, tan tierna y espontánea que se le seguirá llamando madre, madre Teresa". El papa elogió durante la homilía de la canonización la labor de la madre Teresa "en defensa de la vida humana", desde aquellos no nacidos a los descartados.

Envuelta siempre en su sari blanco de algodón con un borde azul, la madre Teresa, fue durante la segunda mitad del siglo XX la voz de los más necesitados no sólo en las calles de Calcuta sino de todo el mundo con la expansión de su congregación, Misioneras de la Caridad, que fundó en 1950.

Una historia de vida ejemplar e inspiradora.